Bueno... pues a falta de colgar unas fotos ya he probado la bomba de freno. Al final tuve que poner una maneta de embrague también de color negro porque quedaba muy feo una de cada color y la verdad es que me gusta mucho como quedó. En principio y como siempre.. saliendo por ciudad no noté una gran diferencia, sólo que tenía mejor posición, pero el tacto apenas es el mismo. Una desilusión (lo del tacto), pero ya contaba con ello.
Salimos carretera y ahí ya cambió la cosa... Por un recorrido que conozco muy bien, todo era mucho más fácil y sencillo. Con muy poco esfuerzo paras la moto lo necesario antes de cada curva; sin stress, sin apuro, dosificando la presión de los dedos en un rango de menor esfuerzo. Puedes llegar al máximo de capacidad de frenada con facilidad (siempre limitado por el ABS) si no... estoy seguro que levantaría tren trasero, ademas creo que pararía antes y no molestaría en exceso (pero eso es una opinión personal). Una de las cosas que me sorprendieron fue que apenas me apetecía utilizar el freno trasero y yo soy de los que lo utilizo siempre. Puede que fuera de estar utilizando (y probando) en exceso el delantero, no lo sé, pero al volver tenía esa sensación... como de freno sobrao... y de no tener falta de usar el de atrás.
En todas las cosas y como siempre... detecto un lado negativo, pero tengo esperanza de que este lado negativo sea simplemente problema adaptativo, y así quede en una mera anécdota.
Todo iba de lujo hasta que decidimos volver y hacer algún tramo por la autopista... Era un poco tarde y apuramos un poco. La sorpresa vino cuando después de subir hasta 190 o algo más me puse a frenar.... (a frenar como siempre)... me dio un susto de la ostia. Casi me como la pantalla. Era como si no supiese tocar el freno. Vamos que es una sobrada de sensible. Hay que frenar con mucho tacto y literalmente acariciar la maneta.
Ahora me doy cuenta que hablo siempre tomando como referencia el freno de origen, quizá comparado con otro sea normal... pero comparado con el original... a esas velocidades hay una diferencia brutal. Creo que será cuestión de adaptarse a la nueva sensibilidad... pero también a la proporcionabilidad de ésta. Que no es como la anterior, puesto que como ya dije.. en ciudad poca diferencia apreciaba. Y por encima de 180... es increíble la diferencia.
Bueno... otro tocho que os meto... ya seguiré contando cuando pueda volver a probar... un saludo..?